Me crucé por casualidad con esta imagen de dimensiones importantes mientras caminaba por Carlos Pellegrini...urgente me crucé a un cantero central que está bien al lado de la 9 de Julio y tomé esta foto.
Es que Buenos Aires tiene esas cosas que aparecen de golpe cuando uno menos se las espera.
Vi ese inmenso Ernesto Sábato...pensativo y meditabundo... a un o dos cuadras del obelisco.
Fue inevitable recordar esos cuentos que leía mientras era un estudiante atraído por Dostoievski, Cortázar, Jack London o cualquier otro que me pintase un mundo surrealista pero real con personas comunes.
Y vino a mi cabeza entonces "informe sobre ciegos".
Esos personajes que deambulan por la gran ciudad mezclados entre la gente, aparentemente normales, sin que nada llame la atención. Pero que en su tras fondo hay algo oculto, perverso. Como una novela de ficción que de pronto se transforma en realidad. Como eso que dice Sábato: Que ellos son un club secreto...como una logia que trama sus temas al margen de la sociedad.
Por eso me gusta caminar por Buenos Aires sin una dirección determinada y solo dejándome llevar por los estímulos que brindan sus calles o lo que transmite su arquitectura o sus grandes cartelerías y merquesinas. Porque en cada cosa, uno puede dejar volar la imaginación con historias que están ahí. Pero hay que descifrarlas....y ser sensible para poder verlas.
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